05 abril 2008

La única reina de Inglaterra que nunca pisó su suelo.

Aunque resulte sorprendente, lo cierto es que, como bien dice el título de este artículo, Berenguela nunca pisó Inglaterra siendo su reina. Curiosamente, esta anécdota es la única razón por la que ingleses todavía la recuerdan... ocasionalmente. Y es que, como era de suponer, el dato ha dado lugar a que los concursos y juegos del tipo “trivial” lo incluyan como una de sus preguntas más habituales.

Claro que, lo que no se acostumbra a explicar a continuación, es que el propio Ricardo 'Corazón de León' sólo estuvo una vez en Inglaterra durante los ocho años que transcurrieron desde la boda hasta su muerte. Fue una visita breve, como todas las anteriores, y forzada por la urgente necesidad de reafirmar su condición de rey de Inglaterra tras haber permanecido 14 meses secuestrado en Alemania. Puesto en orden el país, y en su sitio el hermano felón, Ricardo sólo prolongó su estancia en la isla el tiempo necesario para preparar la ofensiva militar que le permitiera recuperar los dominios franceses perdidos durante su ausencia, y para confirmar su autoridad celebrando una simbólica segunda coronación [01]. En buena lógica, Berenguela debería haber acompañado a su esposo en la ceremonia. La ocasión se prestaba, además, como la más oportuna para ser presentada ante su pueblo. Pero, una vez más, Ricardo fue coronado sin una reina a su lado.

Coronación de Ricardo. Siendo su rey, Ricardo sólo estuvo dos veces en Inglaterra. La primera, en 1189, para ser coronado, y la segunda, en 1194, por las razones que aquí se comentan. Sumando ambas estancias, el tiempo que residió en su reino no llega a seis meses. Lógicamente, este dato no goza de la misma difusión que el de Berenguela, pues a los ingleses les cuesta admitir que uno de sus mayores héroes era, en realidad, un francés de pensamiento, palabra, obra y... admisión.

Gráfico con los paraderos de Berenguela y Ricardo durante la última década del siglo XII.

Esta ausencia de Berenguela se ha venido explicando como una decisión personal del propio Ricardo tras el distanciamiento afectivo que se produjo entre ambos durante la Cruzada. De hecho, ella no pareció formar parte de los pensamientos de su esposo mientras permaneció encarcelado. Pero, aunque cierto el distanciamiento, cuesta creer que Ricardo se hubiera arriesgado a cometer semejante torpeza diplomática en un momento como ese. Primero, porque Navarra se había implicado en la consecución de su liberación entregando al infante Fernando como rehén a modo de garantía de pago del rescate que quedó pendiente [02]. Y segundo, porque un numeroso ejército comandado por Sancho ‘el Fuerte’ se encontraba a la espera de recibir noticias suyas para adentrarse en Francia y ayudarle en la recuperación de los dominios aquitanos y turenos sublevados. Es evidente, por tanto, que las razones debieron ser otras.

Palacio Condal de Angulema, hoy su ayuntamiento. Tras devastar las tierras de los barones aquitanos sublevados -Ademar de Angulema y Godofredo de Rancon-, el ejército navarro se encaminó hacia Loches, lugar fijado para el encuentro con Ricardo Corazón de León.

Donjon (Torre del Homenaje) del Castillo de Loches, Turena. Las tropas navarras llegaron a Loches antes que las de Ricardo. Pero Sancho el Fuerte ya no las comandaba, pues durante el trayecto fue informado de que su padre, Sancho el Sabio, agonizaba.

Constatando la celeridad con la que se sucedieron los movimientos de Ricardo tras su liberación, lo más probable es que, como intuye Ann Trindade, la ausencia de Berenguela se hubiera debido a que no habría tiempo suficiente como para que la joven reina hiciera el viaje desde Anjou hasta Inglaterra [03]. Y es que, aunque Leonor de Aquitania y el cuantioso rescate ya se encontraban en Alemania para la Navidad de 1193, la liberación no se produjo hasta el 4 de febrero. En ese momento la prioridad era recuperar el control de Inglaterra, así que hacía allí pusieron rumbo madre e hijo tras pasar por Colonia y Amberes. El 13 de marzo desembarcaban en Sandwich y el 25 el rey ya asediaba Nottingham, último reducto de los sublevados. Tras conseguir su rendición tres días después, Ricardo decidía celebrar allí mismo un consejo que duró cuatro jornadas. Durante la última, celebrada el 2 de abril, fue convencido para que repitiera su coronación con el fin de realizar una demostración pública de que su soberanía permanecía intacta, y, posiblemente también, para contrarrestar el homenaje que tuvo que prestar al emperador alemán como parte de su liberación. La fecha fijada, domingo 17 de abril, retrasaba dos semanas sus planes de regreso a Francia, y de aquí las reticencias mostradas por Ricardo [04]. Así las cosas, la presencia de Berenguela en la ceremonia no habría sido ni considerada, pues para garantizarla hubiera sido necesario retrasar mucho más la fecha de la celebración. Y es que, el margen de dos semanas resultaba totalmente insuficiente para realizar el viaje del correo con la notificación de la invitación, y el desplazamiento de la reina. Y ya no sólo por la distancia que los separaba, sino también porque implicaba cruzar dos veces el siempre inestable Canal de la Mancha. El propio Ricardo sufría poco más tarde esta dificultad: aunque para el 24 de abril ya se encontraba en Portsmouth, las condiciones del mar le impidieron cruzar a Francia hasta el 12 de mayo.

Ésta es, por tanto, la explicación más lógica de por qué Berenguela nunca pisó Inglaterra siendo su reina formal, y de por qué es conocida como la reina ausente o la reina apátrida. Sólo hubo una oportunidad y no pudo ser.

Poitiers, interior de la Gran Sala del Palacio Ducal, hoy Palacio de Justicia. Fue la primera residencia de Berenguela dentro de los dominios de Ricardo.

Aclarado esto, hay que decir que algunos historiadores han contemplado la posibilidad de que Berenguela sí hubiera visitado Inglaterra una vez viuda. La base de su argumentación es el contenido de esta carta de Juan 'Sin Tierra' que, muy amablemente, ha traducido al castellano Alicia Mª Canto [05]:

El Rey a todos... Sabed que hemos recibido bajo nuestro salvoconducto [es decir, le ha concedido un salvoconducto] a nuestra queridísima hermana la Señora Reina Berenguela y a los suyos, tanto al venir a Nos en Inglaterra como al regresar; de forma que, si se diera el caso de que se dirigieran hacia Inglaterra, se les preste toda la seguridad para que nada malo les pueda ocurrir en nuestro reino. De tal forma que realmente os ordenamos que quedéis informados de que no ejerzáis acción sobre ella o los suyos, ni permitáis que se les hagan impedimentos, injurias ni [se les cobren] impuestos. Esta carta tendrá validez hasta la festividad de san Pedro ad Vincula del año... octavo [del reinado, esto es, hasta 1207, una validez de un año]. Dada en Otford, siendo testigo yo mismo, a 27 de marzo del año... séptimo [del reinado, esto es, 1206].[06]

Aunque la retórica mayestática pueda llevar a creer al comienzo de la carta que el rey recibió a Berenguela en Inglaterra, poco más adelante queda claro que no. Ni estuvo entonces, ni se puede confirmar si estuvo después haciendo uso de dicho salvoconducto, pues no ha quedado registro alguno. Para cuando esta carta, Juan 'Sin Tierra' ya había dado suficientes muestras de que no tenía intención de concederle a su cuñada ninguno de los bienes que le correspondían de acuerdo con la viudedad constituida por Ricardo para ella. Por tanto, lo más probable es que Berenguela no hubiera ni considerado la posibilidad de viajar a Inglaterra para entrevistarse con él. Sobre todo si, como opina Rachel Bard [07] en una página web, la infanta navarra temiera que la concesión del salvoconducto fuera, en realidad, un señuelo para poder apresarla. Como veremos en su momento, lo más probable es que sólo se tratara de una artimaña de Juan 'Sin Tierra' para frenar las amenazas vertidas por el Papa en el caso de que no atendiera las peticiones de su cuñada.

Manuel Sagastibelza.

[01] La costumbre de celebrar varias coronaciones fue muy habitual con el rey Esteban. Aunque con Enrique II quedó en suspenso, tanto Ricardo como Juan Sin Tierra la retomaron.
[02] Una maniobra realizada a última hora por Felipe Augusto y Juan Sin Tierra, hizo que Enrique VI elevara el rescate una mitad más. Como reunir esa nueva cantidad implicaba aumentar el cautiverio de Ricardo, Leonor de Aquitania y el emperador acordaron la entrega de rehenes como garantía del pago pendiente. Junto al infante navarro también fueron entregados dos de los hijos de Matilda -la hermana mayor de Ricardo-, y Enrique 'el León'. Fernando fue liberado en 1996 y su regreso a Navarra fue costeado por el Tesoro inglés.
[03] Ann Trindade, Berengaria. In search of Richard the Lionheart's Queen, p. 112-3. La autora se limita a apuntar esta idea como una posible explicación, aunque sin defenderla ni desarrollarla. Así, también considera la posibilidad de que la ausencia de Berenguela se hubiera debido a que, como ya había sido coronada en Chipre, los consejeros podrían haber estimado que un desplazamiento tan largo ya no era ni práctico ni necesario.
[04] Así lo estima John Gillingham, Richard I, pp. 271-2, en base a los comentarios realizados por Gervasio de Canterbury.
[05] La Doctora Alicia Mª Canto y De Gregorio es Profesora Titular de "Epigrafía y Numismática" de la Universidad Autónoma de Madrid.
[06] Recogido por Thomas Rymer en Foedera: conventiones, literæ..., v. I, p. 94. © de la traducción, Alicia Mª Canto y De Gregorio.
[07] Rachel Bard es la autora de Queen Without a Country, una novela histórica que tiene a Berenguela como protagonista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Conocía el dato, pero después de leer tu artículo ya sé el por qué. No pensaba que Ricardo hubiera estado tan poco tiempo en Inglaterra.
Mucho ánimo con tu trabajo. Gracias.
Carlos