17 abril 2009

[des]Conocer Navarra

Se suele decir que rectificar es de sabios. Bueno, yo no sé si es para tanto, aunque sí que tengo claro que no hacerlo es de necios. En el número de marzo, Conocer Navarra publica en su página 13 la rectificación a la errónea información aquí denunciada.
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30 diciembre 2008

Hoy voy a despedir el año con un patinazo... patinazo. Vamos, que es la madre de todos los patinazos. Lo acabo de leer en el nuevo número -el 13- de la revista Conocer Navarra, dentro de un artículo dedicado a la sidra escrito por una tal Carmen García Romero. En la página 60, al final de la primera de las columnas, mientras se nos informa de las primeras referencias documentales en Navarra a la manzana, la autora nos dice sin rubor alguno lo que sigue:

Años más tarde, en nuestra frontera norte, se dictan las primeras normas escritas para la defensa de los manzanos. Lo hizo el hijo de Berenguela de Navarra, Ricardo Corazón de León -el de la Tabla Redonda-, a su regreso de las Cruzadas.

¡Dios mío! ¡Tierra, trágame! Creo que nunca he sentido tanta vergüenza ajena. Pero la cosa no acaba aquí, porque creyendo que la información revelada merece un mayor protagonismo, los de ¿Conocer Navarra? vuelven a reproducirlo en la página siguiente destacándolo con letras de gran tamaño. Hombre, hacer a Ricardo Corazón de León hijo de Berenguela podría hasta entenderse si la que escribe tiene una nula formación histórica, pero lo que no tiene perdón es que ni ella ni los que han manejado su trabajo, sepan, por lo menos, que el de la Tabla Redonda era el rey Arturo.

Fragmento de la página 61 en el que se vuelve a reproducir el desafortunado comentario, con el agravante de que incorpora un nuevo error: en el siglo XI, Berenguela y Ricardo todavía no eran ni proyecto.

Y yo que creía que el patinazo de Alfredo Jaime era insuperable...

Manuel Sagastibelza.

P.D. Con fecha de 7 de enero he recibido un e-mail de la autora del artículo con un lacónico tiene usted razón en todo lo que dice. A la vista de esto, me he planteado corregir alguno de mis comentarios, pero como obedecen a mi verdadera reacción del momento, creo que lo acertado es mantenerlos. Dicho esto, tengo que reconocer que yo también cometo errores (aunque no de este calibre) en los artículos que escribo, pero como su edición es electrónica, los corrijo en cuanto los descubro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Osea que si la revista se llamase "Desconocer Navarra", sería mucho más descriptiva de la sabiduría de los que la confeccionan... :(
De todas formas le echaré un vistazo aunque sólo sea por reirme un rato.

Y ya que estamos en estas fechas, feliz 2009, Manuel, y gracias por compartir tu berenguelística erudición con todos nosotros.
Tengo para ti si la quieres una separata de la Revue du Maine del año 1963 titulada: "La tombe de la reine Berengere", escrita por Paul Cordonnier, con interesantes fotografías y un par de grabados desplegables.

Mikel Zuza

Manuel dijo...

¡Menuda sorpresa de visita! Y yo con la casa sin barrer. Muchas gracias Mikel, por todo: por tu felitación, por la referencia bibliográfica al blog y por tu ofrecimiento que, por supuesto, acepto encantado. No conozco el trabajo, entre otras cosas, porque me resulta difícil acceder a este tipo de estudios de difusión tan local. Y como soy de "ciencias", desconozco los cauces apropiados para hacerme con ellos.

Pues ya ves como andan las cosas. Yo, que cada vez tengo más reparos para escribir por miedo a no haberme documentado suficientemente, y otros publicando semejantes despropósitos. Lo malo de estas meteduras de pata es que gozan de gran divulgación y luego resulta casi imposible deshacer el entuerto.

Pues nada, cuando tengas tiempo me escribes a la dirección de e-mail que figura en la foto de la tumba de Berenguela que encabeza el blog y nos ponemos en contacto (evito escribir la dirección para que no la pillen los rastreadores de los "spam-eros").

Saludos,

Manuel