07 junio 2013

Ricardo Corazón de León y el retablo de Aralar.

Resumen:
Aunque hoy sabemos que el matrimonio entre Berenguela de Navarra y Ricardo ‘Corazón de León’ fue acordado por éste y Sancho ‘el Sabio’ entre tres y seis años antes de su celebración, la idea generalizada de que fue Leonor de Aquitania la que a última hora, y por iniciativa propia, arregló este matrimonio, ha impedido que esta conexión de Navarra con los Plantagenet haya sido debidamente considerada a la hora de explicar la presencia en San Miguel de Aralar de la más importante de las obras esmaltadas de Limoges que ha sobrevivido hasta nuestro tiempo. En este trabajo se conecta la gestación de este episodio con la temática y la iconografía del retablo, para terminar proponiéndolo como un regalo de novios del propio Ricardo. Para apoyar esta idea se tiene en cuenta, además, la particular vestimenta de dos de los personajes representados, que permite descubrir que en ellos se recuerda tanto a Ricardo como a su padre, Enrique II de Inglaterra. Y, siguiendo esta idea, se propone una nueva lectura de la filacteria que porta San Mateo, que indicaría que el fin último de este regalo fue que Berenguela lo donara en su nombre al santuario de Aralar.



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Apéndice I:
El retablo de Aralar, la catedral de Pamplona y su Virgen 'del Sagrario'.
Resumen:
Que la leyenda que se añadió al retablo en 1765 identificara a su Virgen con la 'del Sagrario', ha dado pie a que se piense que fue hecho para la catedral de Pamplona. En este apéndice se niega esta idea a la vez que se propone como modelo la Virgen representada en una de las vidrieras de la abadía de la Trinidad de Vendôme. Además, se descubre la conexión de la Virgen del retablo con las de otras obras de Limoges de fondo vermiculado en las que también preside una Epifanía, y en especial, con la de la arqueta de la National Gallery of Art de Washington.


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Apéndice II:
El frontal de San Miguel in Excelsis y los Esponsales de la Virgen.
Resumen:
Desde que Tomás de Burgui realizara la primera lectura de las imágenes del retablo, la identificación de los personajes representados en su galería inferior derecha –esto es, la del ángel, la mujer nimbada y el personaje que porta un cetro– es, junto a la leyenda de la filacteria de San Mateo, la que más controversia ha suscitado entre quienes lo han estudiado. Inicialmente, estando el retablo en San Miguel se daba por supuesto que era él el ángel representado, por lo que las dudas recayeron sobre las otras dos figuras. Hoy en día, sin embargo, es su identidad la única que es objeto de cierta discusión, pues ya apenas se cuestiona que quienes le acompañan son la Virgen y San José. La discrepancia tiene que ver con la lectura que se hace de la escena que protagonizan: una Anunciación, según la gran mayoría de los investigadores, o los Esponsales de la Virgen, según Marie Madeleine Gauthier. Así, mientras que para los primeros el ángel sería San Gabriel, para la célebre investigadora gala se trataría de San Miguel sobre la cumbre de Aralar. En buena lógica, visto el dispar apoyo obtenido por ambas hipótesis, la discusión podría considerarse zanjada a favor de la primera idea, pero lo cierto es que, en rigor, nada en el retablo la apoya. Y es que si nos ceñimos estrictamente a los que se ve, tanto en su localización actual como en la original, y a los pocas informaciones que tenemos, la única lectura viable de la escena es la de que se trata de un recuerdo del compromiso matrimonial de María y José; es decir, de una representación de sus esponsales (que no de su matrimonio).


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Apéndice III (NUEVO: mayo de 2013):
La enigmática inscripción de la filacteria de San Mateo en el retablo de Aralar.
Resumen:
Aunque apenas son once los caracteres que, entre letras, símbolos y signos de puntuación, conforman la inscripción de la filacteria, las singularidades que presentan algunos de ellos no nos permiten ni siquiera estar seguros del sentido en el que debe leerse. Además, habiéndonos llegado el retablo desprovisto de cualquier otra información sobre su origen, ha terminado convirtiéndose en un complejo galimatías -nunca mejor dicho- en el que las únicas ideas que se han planteado para intentar resolverlo exigen ignorar preceptos epigráficos, corregir supuestos errores de escritura, adivinar letras ocultas o leer caracteres griegos. Y habiendo ejemplos para una cosa y la contraria, ninguna respuesta consigue ser plenamente convincente. Tras recordar estas hipótesis y cuestionar, sobre todo, la última de ellas, en este trabajo se propone retomar la idea apuntada por Íñiguez Almech, sólo que viendo el nombre del donante en las iniciales donde él intuía el del autor; es decir, viendo el nombre de Berenguela de Navarra.


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Si mi hipótesis os anima a subir hasta el Santuario para ver el retablo, unos consejos y advertencias:
  1. Salvo que el ermitaño os de autorización para acercaros más, el retablo se ve a unos 3 m de distancia, por lo que no lo vais a poder apreciar con el detalle que merece. Sólo tendréis la posibilidad de verlo más de cerca -durante unos pocos minutos- al finalizar una misa (hacia las 13:00 de domingos y festivos) o una boda (hacia las 14:00 del sábado que toque). Además, no está muy bien iluminado y el cristal del blindaje produce reflejos y también lo oscurece.
  2. Independientemente de lo interesante que resulta visitar el Santuario, en general, y el retablo, en particular, los espectaculares paisajes que se pueden disfrutar también hacen muy atractivo subir a San Miguel. Salvo que la trayectoria de vuestro viaje aconseje otra opción, yo os recomiendo subir desde Uharte-Arakil (pista de hormigón) y bajar hacia Lekunberri. Claro que, si os sobra un poco de tiempo y el regreso es dirección Pamplona o Vitoria, entonces os sugiero que poco antes de llegar a Lekunberri toméis la carretera que lleva a Alli-Astitz-Madotz-Oderitz-Irurtzun. Ya me diréis.
  3. Ni mis hipótesis ni mi conclusión han sido bien recibidas por los responsables del santuario, así que si preguntáis por ellas os las negarán. Vosotros atended a lo que os digan, comparadlo con el resumen que os hago en los pies de foto siguientes y sacad vuestras propias conclusiones. De todas formas, sabed que conforme voy desvelando mi trabajo van innovando su argumentación con el fin de seguir cuestionándolo (no me conceden ni el beneficio de la duda). Tiempo al tiempo. En cualquier caso, no le quitéis ojo a San José, pues ya os digo que estaréis viendo al mismísimo Ricardo ‘Corazón de León’.


    Localización original y actual de las figuras del ángel, María y José. En 1982, recuperadas la mayoría de las piezas robadas, los restauradores del Museo de Navarra comprobaron que, a tenor de las sombras y marcas de clavos que quedaron a la vista, nueve de las doce placas de las galerías estuvieron antes en el intradós de otro arco. Lo más interesante de este descubrimiento fue la confirmación de que las figuras de la galería inferior derecha, aunque en la superior izquierda, mantenían la misma secuencia, pues el hecho de que el ángel y María siguieran dándose la espalda negaba que la escena representada fuera una Anunciación. Pero a pesar de esta evidencia, quienes después han escrito sobre el retablo siguen manteniendo este absurdo. Unos, porque todavía no se han enterado del descubrimiento de este movimiento, y otros, porque entienden que el tablero actual no es el original, por lo que piensan que antes pudo tener una distribución coherente con la Anunciación. Lo que estos últimos ignoran es que un ensayo por el método del carbono-14 desveló que el haya del que se sacaron las maderas del soporte fue cortado en torno al año 1000, lo que confirma que la distribución descubierta es la original. Teniendo en cuenta la datación del retablo a finales del siglo XII, para el restaurador del museo, Ángel Marcos, la elección de una madera tan vieja habría tenido por objeto que la obra de metal no sufriera los desplazamientos que se habrían producido en una más joven.


    Esponsales. Poco antes de que los restauradores del Museo de Navarra descubrieran la ordenación original de las placas de las galerias, Marie Madeleine Gauthier rectificó la Anunciación que también creyó inicialmente y propuso lo que resulta evidente al contemplar el diálogo cómplice que María y José mantienen, además de con sus manos, con sus miradas y atributos florales: que la escena que protagonizan es la de sus Esponsales (que no de su matrimonio). La vara florida que San José porta a modo de cetro real revela una alusión a la condición principesca del personaje que hace su papel, y el patrón dibujado en el forro de su manto lo relaciona con otras representaciones de los Plantagenet. Por tanto, si a la alusión que conlleva la sorprendente inclusión de la escena de los Esponsales, añadimos que el retablo es un trabajo propio de los talleres de esmaltes de Limoges, que a menudo sus obras disfrutaron del patronazgo de los Plantagenet y que un miembro de esta familia se casó con una infanta navarra, la respuesta que se presenta como la más evidente para explicar su fabricación y su presencia en Navarra, es la de que se trata del regalo de novios con el que Ricardo Corazón de León confirmó su compromiso con Berenguela de Navarra.


    San José y Ricardo Corazón de León. En vista de lo anterior, y a tenor del razonable parecido entre los rostros del San José del retablo y de la efigie de Ricardo en Fontevraud, habría que concluir que es él mismo el personaje representado en el papel de San José.

    San Miguel. No pudiendo ser San Gabriel quien acompaña a María y José, Marie Madeleine Gauthier propuso la identificación que se antoja más lógica: que el ángel representado en lo alto -in excelsis- de un montículo es San Miguel sobre la cumbre de Aralar. De acuerdo con esta lectura, habría que convenir que Ricardo Corazón de León tuvo en cuenta la manifiesta predilección de los reyes navarros de la dinastía Ximena por San Miguel de Aralar y que, por tanto, el frontal de San Miquel fue concebido con la idea de que Berenguela lo donara al santuario. Como su datación es coincidente con la de la capilla interior de la iglesia, María Concepción García Gainza entiende que su construcción se hizo para alojarlo en su interior. Así pues, éste habría estado siempre en Aralar. Quienes siguen viendo la imposible Anunciación, arguyen que no pudo ser hecho para San Miguel porque su titular no está presente en el retablo. Olvidan que, aunque así fuera, su destino no fue el altar mayor, por lo que dicha condición ya no es "exigible".

    Tetramorfos: San Mateo. La idea de que el retablo fue realizado para que Berenguela lo donara a San Miguel se confirma si seguimos la lectura de la filacteria (de derecha a izquierda) que Íñiguez Almech propuso con la clave de ofrenda, sólo que identificando en las iniciales B y S en las que él intuía el nombre del autor, los nombres de Berenguela y Sancho. Según mi propuesta, la lectura quedaría así:
    B(erengaria) S(ancius filiae) O(btul/ferr)I +(Christo) (et) A(rchangelo).
    Lo que se podría traducir como Berenguela, hija de Sancho, lo ofreció a Cristo y al Arcángel. Esta referencia a Berenguela como infanta confirma que todavía no se había casado con Ricardo, pues entonces el epígrafe aludiría a su condición de reina de Inglaterra.


    Retablo de Aralar: rey Mago y San José. Por diversas razones, estos personajes del retablo son los que más han llamado la atención de los investigadores. Sorprendentemente, nadie ha relacionado que sus vestimentas son iguales entre sí y completamente diferentes a las de los demás. Y no sólo por su claro corte regio, que también, sino porque sus mantos son los únicos que muestran su forro. El patrón de "campana" que los decora es el mismo que se puede observar en el esmalte funerario de Godofredo 'Plantagenet' de Anjou, abuelo paterno de Ricardo 'Corazón de León'. Esta coincidencia fue uno de los argumentos utilizados por Walter L. Hildburgh para, creyendo el frontal de Aralar una obra hispana, proponer el mismo origen para la placa de Godofredo (en su defensa habría que recordar que todavía no se había descubierto el fresco de los Plantagenet de Chinon).


    Placa funeraria de Godofredo 'el Bello' de Anjou, izquierda, y personajes del fresco de Santa Radegonda de Chinon, derecha. Godofredo acostumbraba a adornar su cabello con una rama de retama y de aquí que también fuera apodado 'plantagenet'. Con el tiempo, este nombre fue utilizado por los historiadores para nominar a la dinastía inglesa formada por sus descendientes. El escudo que muestra está considerado como la representación más antigua de un escudo de armas. Además, un testimonio que relata el ceremonial seguido cuando fue armado caballero también supone la primera referencia escrita de un escudo de armas. No es de extrañar, por tanto, que el patrón de "campana" que muestra su manto fuera elegido por la ciencia heráldica para identificar el forro de vero. Los personajes de las imágenes de la derecha serían, según la hipótesis más aceptada, los padres de Ricardo 'Corazón de León': Enrique II de Inglaterra (arriba) y Leonor de Aquitania (abajo). Tras ésta, vendrían el propio Ricardo y su hermano mayor, Enrique 'el Joven'. La escena representaría el momento en que Leonor se despide de sus hijos antes de ser conducida en cautividad por Enrique II desde Chinon hasta Inglaterra. Leonor permaneció cautiva en una especie de arresto domiciliario hasta la muerte de su esposo. Una vez recobrada la libertad, habría encargado la realización de este fresco para recordar el episodio. La autora de esta propuesta fue la profesora de la Universidad de Tel Aviv, Nurith Kenaan-Kedar. Por si os sirve de interés, esta académica es una de las pocas autoridades en la materia que apoya mi hipótesis sobre el origen del retablo.


    Rey Mago y Enrique II. La extraordinaria coincidencia entre la vestimenta del tercero de los magos y el personaje que encabeza la escena del fresco de Santa Radegonda, que alcanza hasta el motivo cruciforme que decora el galón de pasamanería del primero y el brazalete del segundo, invita a suponer que es a Enrique II de Inglaterra a quien se alude en el papel de Baltasar. Además, al igual que sucede con San José y Ricardo, los rasgos del rostro del mago también resultan coincidentes con los de su tumba en Fontevraud. Teniendo en cuenta que Enrique II era el rey de Inglaterra cuando se fabricó el retablo, la elección del Mago que acostumbraba a ser representado volviéndose hacia atrás para realizar esta alusión, podría tener por objeto recordar su oposición a la celebración del matrimonio de su hijo con Berenguela de Navarra; y es que Ricardo 'Corazón de León' se encontraba comprometido desde su infancia con Aélis de Francia. Pero sucedía que Enrique II había aprovechado la custodia de la princesa francesa para hacer de ella su concubina, por lo que ni él ni su hijo estuban interesados en que la boda se celebrase. Ricardo tuvo que esperar a la muerte de su padre para poner en marcha su matrimonio con Berenguela. Consciente de que el rey de Francia no aceptaría la ruptura del compromiso con Aélis, aguardó a que la Tercera Cruzada se pusiera en marcha para romperlo. Pocos días antes de que Berenguela llegara a Sicilia para reunirse con él, Ricardo anunció a Felipe Augusto de Francia que no se casaría con su hermanastra: no rechazo a tu hermana, pero me resulta imposible casarme con ella, pues se acostaba con mi padre y engendró un hijo suyo. Podréis haceros una idea del ambiente que se respiraba en la corte de Enrique II y Leonor de Aquitania en vísperas de que Ricardo acordara con Sancho el Sabio su matrimonio con Berenguela de Navarra, en la célebre película El león en invierno, protagonizada por Peter O'Toole, Katharine Hepburn, Anthony Hopkins y Thimoty Dalton.
Si habéis llegado hasta aquí y, sobre todo, también habéis leído mi trabajo y sus anexos, podréis comprobar los despistes que comento viendo este episodio de la serie de Televisión Española, Mirar un Cuadro, que se grabó en 1983 aprovechando la exposición del retablo en la catedral de Tudela. Lo que está claro es que al pobre Beramendi, que simplemente se limitó a dibujar el retablo tras su limpieza de 1765, no se le podrá restituir su maltrecho honor ni con mil actos de desagravio. El video no se ha digitalizado correctamente, de ahí que esté ligeramente recortado por la derecha. Antes de darle al PLAY, poned en pausa el video con la música de fondo que encontraréis al final de la columna lateral.

Por cierto, a falta de una versión resumida de mi hipótesis, os podéis saltar la introducción... o leer la versión ficcionada del mayor mentirosillo del reyno, Mikel Zuza, titulada "Señora de Monreal". Prestad atención, sobre todo, a la composición literaria de uno de los juglares más considerado de la época. Se me olvidaba, hago un cameo.

Mi hipótesis sobre el origen del retablo también ha sido sabiamente versionada por Begoña Pro Uriarte en su El anillo del leal (capítulo 10, "El regalo de Ricardo", pp. 395-429), una novela que nace con vocación de trilogía y en la que Berenguela y Ricardo tienen mucho que decir.

Los esmaltes del retablo de Aralar fueron realizados con la técnica champlevé. El video que he insertado a continuación muestra, a grandes rasgos, el fundamento de esta técnica.

© Manuel Sagastibelza.

Blog retablodearalar.blogspot.com/: " AQUÍ

13 comentarios:

Mikel Zuza dijo...

Enhorabuena por haber llevado a cabo este fenomenal trabajo, Manuel.
El camino pueden empezarlo muchos, pero al final sólo llegan los buenos, y estoy seguro de que los Jimenos y los Plantagenet tienen mucho que agradecerte. Y los que vamos detrás de ellos también.

Manuel dijo...

Menuda sorpresa! Muchas gracias, Mikel. A ver si es verdad. :-)

Unknown dijo...

Por fin lo he leído Manuel,vaya trabajo más bonito y bien hecho, zorionak

Manuel dijo...

Muchas gracias por tus palabras ¿Juan Luis? Si tuvieras una capa Plantagenet seguro que no tardaba mucho en identificarte, pero así, con tan pocos datos...

Nurith Kenaan-Kedar dijo...

Thank you so much for sending me your wonderful article. You have done a fantastic historical Work , and a great contribution to our knowledge.
With my deep appreciation, and congratulations, sincerely
Nurith Kenaan-Kedar

Manuel dijo...

Your words are "celestial" music to my ears. Thank you very very much, Nurith.
Obviously, your works about the fresco of St. Radegonda have been very important for my work. I think that, now, I have only to refine the wording and to correct a few details before considering its publication. But as you know, I have not much free time.

Esperanza Aragonés dijo...

Hola Manuel, buenas tardes, mi enhorabuena por tan genial trabajo. Ya he tenido la oportunidad de decírtelo en persona y en el lugar adecuado que es ante el retablo de San Miguel en Aralar; pero es cierto que a la vista de las imágenes y el cotejo con las representaciones francesas resulta más claro y convincente. Creo que en otro momento te dije lo interesante que me parecía la vinculación iconográfica entre los presentes entregados por los Reyes Magos y el donativo de este magnífico retablo al santuario para celebrar la boda de Dña Berenguela. Quizá la interpretación más fácil aunque como tú desmuestras -errónea- es ver escenas del ciclo de la Infancia de Cristo como la Anunciación y la Epifanía en torno a la Virgen con el Niño; demasiado fácil y sin ser muy coherente con el todo iconográfico.
A la luz de tus estudios he prestado más atención al tema de los esponsales y bodas en la iconografía artística, y además de las representaciones ya conocidas de las bodas de Neptupno y Anfítrite para conmemorar esponsales reales: veáse la presencia de esta feliz pareja mitológica en el Palacio de Carlos V en Granada; o en el regalo de bodas del famoso salero de Francisco I con el mismo tema... hete aquí que leyendo la interpretación e iconografía del cuadro de Bruegel: Batalla de don Carnal y doña Cuaresma, me encuentro con la representación de una boda mitológica pero vista al revés en clave paródica, tal como se vive la vida en Carnaval. Te paso la cita tal como aparece en el Blog Arte e Iconografía:
http://www.arteiconografia.com/2012/04/el-combate-entre-don-carnal-y-dona.html
Espero que te sirva Manuel, un abrazo de

Esperanza Aragonés

Manuel dijo...

Muchas gracias por hacer público tu apoyo, Esperanza. Me has hecho trabajar duro, así que obtener la recompensa que buscaba me satisface enormemente.
Muy interesante el paralelismo que apuntas con la alusión a otros desposorios reales mediante la representación de la boda de Neptuno y Anfitrite. Pero lo que más me ha impresionado es el cuadro de Bruegel el Viejo. He estudiado, además de la boda que comentas, todo el cuadro en sí, y me parece una genialidad. Lo desconocía totalmente (demasiado moderno para mi precario conocimiento).
Bueno, a ver si comienzo a ordenar ideas en vistas del tercer anexo: "El retablo de Aralar y otros esmaltes... de Limoges".

Esperanza Aragonés dijo...

Es muy bueno ese cuadro de Brueghel y está lleno de detalles, tales como los leprosos identificados con colas de zorro y gorros llamativos, según costumbre flamenca. Te paso el link a mi blog donde cuelgo este detalle:
http://diabloenelarte.blogspot.com.es/2011/05/el-diablo-cojuelo.html

Existe una tendencia en la comunidad científica española de valorar extremadamente los estudios e investigaciones de profesores de Universidad, y se les da toda la credibilidad simplemente por su rango y autoridad académica, en algunos casos aportando poco material científico.
Recientemente leí el artículo de un profesor de la Universidad Complutense y Dr. en Historia del Arte por la Universidad de Harvard, relativo al capitel de San Martín de Frómista en Palencia, aquél basado en el sarcófago de la Orestíada de Husillos. Y este autor F. Prado-Vilar dice que el capitel palentino representa la muerte de Abel a manos de Caín.
Semejante error, al margen de los excelentes estudios del que también fuera profesor en Harvard, el ya fallecido prof. Serafín Moralejo, quien no vió significación ni identificación iconográfica ninguna en el capitel de Frómista; semejante error digo, ha gozado de la aprobación de la comunidad científica y este autor es celebrado como uno de los mejores especialistas en Románico Hispano. Te paso el link al artículo de este autor por si quieres leerlo:
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2714885

Importa mucho en la valoración de los escritos y artículos de autores españoles su categoría académica y en menor medida las pruebas científicas que para mí, son las más valiosas.
Por eso valoro ampliamente este trabajo por aportar la necesaria argumentación sin aludir a un rango académico para mí menos necesario.

Un cordial saludo de
Esperanza Aragonés

Manuel dijo...

Hola Esperanza. Perdona el retraso, pero es que me pones mucha tarea.

Evidentemente, cuando uno lee una propuesta sobre un tema que desconoce, la categoría académica del autor es determinante a la hora de dar credibilidad a su propuesta. De lo contrario estaríamos nadando en un mar de dudas sin orillas al alcance. Pero, como bien dices, lo que siempre nos debe importar son las pruebas y el razonamiento científico, independientemente del curriculum de quien formula la propuesta. Ahora bien, en un mundo donde, cada vez más, la apariencia lo es todo, el fundamento y la esencia no tienen nada que hacer. No es correcto ni justo, pero es infinitamente mucho más fácil. Afortunadamente, hay excepciones, por lo que siempre nos queda... tú.

He estado leyendo sobre el ejemplo que me has puesto y ya he podido hacerme una idea. Parece que el tal Prado-Vilar está consiguiendo que al capitel se le comience a llamar “De Caín y Abel”. Desgraciadamente, no puedo leer el artículo en el link que me pones (supongo que habrá que estar registrado para acceder a él). No obstante, por lo que he podido intuir, su propuesta está basada en demasiadas suposiciones ¿no?

Y volviendo al cuadro de Brueghel el Viejo, visto tu artículo sobre los diablos cojuelos, está claro que mi primer estudio del cuadro se quedó en la superficie. Como cada uno de los detalles tenga tanto que decir... no creo que haya tiempo en una vida para terminar de leerlo.

Saludos.

Esperanza Aragonés dijo...

Hola Manuel, no habrá no, tiempo en el mundo para captar todos los detalles de una obra de Brueghel y tampoco del Bosco, su gran maestro. Estas obras están llenas de matices y detalles ricos y variados.
Hablamos Manuel, un cordial saludo

Leslie dijo...

Hello! I have been reading your paper about the Retable of Aralar and also the rest of your website (with the help of Google Translate because I don't speak any Spanish at all) and am finding it very interesting.

You mention the effigies at Fontevraud. John Gillingham, in one of his books about Richard I, mentions in passing that he has seen no discussion of the reason why the effigy of Henry II is identified as Henry and the one of Richard I is identified as Richard; the one we call Henry II could be Richard, and vice versa.

If Richard is indeed the one without a beard, that would match his effigy in Rouen, where his heart was buried.

Manuel dijo...

Gracías Leslie.

Sí, conozco lo que dice John Gillingham sobre esta cuestión. La identificaciones actuales se deben a:

1-Tradición histórica. Así se han identificado desde "siempre".

2-Apariencia física. La apariencia del rostro de la efigie que se identifica con Enrique II es el de una persona mayor que la del rostro que muestra la efigie que se identifica con Ricardo. Y como sabrás, el "viejo rey" murió con 56 años y Ricardo con 41.

En cuanto a las efigies tumbales que están en la girola de la catedral de Ruan (Rouen), tanto la de Ricardo Corazón de León como la de su hermano Enrique el Joven son muy posteriores a su muerte y, por tanto, más que retratos son recreaciones. Si no recuerdo mal, se datan entre finales del XIII y comienzos del XIV.

Por cierto, también puedes seguirme en:

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With best wishes,

Manuel