08 marzo 2007

Las tumbas de Ricardo.

Sí, así, en plural, porque existen dos efigies de Ricardo 'Corazón de León': una en la abadía de Fontevraud y otra en la catedral de Ruán. Y las dos son igual de legítimas.

Efigie tumbal de Ricardo I, Abadía de Fontevraud. Al fondo, la efigie de Isabel de Angulema, esposa de Juan 'Sin Tierra'.

Efigie tumbal de Ricardo I, Catedral de Ruán (Rouen). Al otro lado del altar se encuentra la efigie de su hermano mayor, Enrique 'el Joven'.

La explicación es más sencilla de lo que podría parecer en un principio. Y es que, por entonces, era bastante frecuente que los reyes repartieran el reposo de sus restos entre distintos lugares según fueran sus afectos y preferencias. Y esto es lo que también hizo Ricardo poco antes de morir. Consciente de que su fin estaba cercano, dio a sus allegados las oportunas instrucciones al respecto: sus vísceras debían ser enterradas allí mismo, en Châlus, su corazón debía llevarse a Ruán y, finalmente, su cuerpo debía ser inhumado en Fontevraud[01]. A propósito de las razones de este reparto, Mateo de París escribió lo siguiente:

"Quiso que su cuerpo fuera inhumado en Fontevraud, a los pies de su padre, a quien había traicionado; legó a la iglesia de Ruán su indomable corazón; luego, ordenando que sus entrañas fueran enterradas en la iglesia del castillo mencionado más arriba [Châlus-Chabrol], las legó, como un presente, a los poitevinos. Y reveló a algunos de sus familiares, bajo el sello del secreto, las razones por las que había hecho semejante distribución de sus despojos mortales. A su padre, le legaba el cuerpo por la razón indicada; a los habitantes de Ruán, por la fidelidad incomparable de la que habían dado pruebas, enviaba su corazón como presente; por lo que a los poitevinos se refiere, a causa de su malevolencia, les asignaba el receptáculo de sus excrementos, no considerándoles dignos de otra parte de su cuerpo."[02]

Desconozo cual ha sido el paradero de los restos oseos de Ricardo (su tumba, al igual que la de sus padres y cuñada, fue profanada durante la Revolución Francesa), pero lo que sí parece haberse conservado es su corazón. Con el paso del tiempo, tanto éste como la efigie tumbal de Ruán se perdieron, pero en torno a 1842 fueron descubiertos nuevamente. En la actualidad, el corazón se guarda en el museo de la ciudad de Ruán.
[03]

Otra de las sorpresas que nos depara la comparación de ambas efigies es la del rostro que representan.



Primeros planos de los rostros de ambas efigies.

Viendo ambas fotos salta a la vista que se trata de dos caras significativamente diferentes. ¿Reproduce alguna de ellas el verdadero aspecto de Ricardo? Esta vez la respuesta no resulta tan sencilla, pues la única información sobre su aspecto que ha llegado hasta nosotros sólo nos dice que era alto (por lo menos para lo habitual en la época), corpulento (que derivó en gordura con el paso de los años) y de cara pálida. Los retratos que lo hacen rubio o pelirrojo, y de ojos azules, tienen por origen descripciones contemporáneas de su padre y/o un comentario sobre su primera coronación realizado unos treinta años después[04], cuando, como acertadamente comenta John Gillingham, Ricardo ya había entrado en la leyenda y quizás había sido convenientemente provisto con el físico de un héroe.[05]

Además, como no se sabe con certeza cuándo fueron esculpidas ambas efigies, tampoco se puede contemplar la posibilidad de que alguno de los artistas le hubiera podido conocer en vida. Así, sólo si se da por buena la hipótesis formulada por Alain Erlande-Brandenburg[06] -que estima que la efigie Ricardo en Fontevraud fue encargada por Leonor de Aquitania- podría aventurarse que esta representación fuera más fiel a la realidad. Y si esto, como se puede comprobar en las fotos, Ricardo sería moreno.

Pero como con tanto condicionante sólo se puede especular, habrá que concluir coincidiendo con Jean Flori, para quien esbozar un retrato físico de Ricardo resulta completamente ilusorio.[07]

Manuel Sagastibelza

[01] Un ejemplo de reparto similar lo encontramos en Navarra, donde todavía se conserva, en Ujúe, el corazón de Carlos II 'el Malo'. El cuerpo no corrió la misma suerte, y desapareció, junto a los de otros reyes de navarra, tras el desplome de la catedral románica de Pamplona.
[02] Mateo París, II, 451. Recogido en: Jean Flori, Leonor de Aquitania. La reina rebelde, p. 268, traducción de Manuel Serrat Crespo.
[03] John Gillingham, Richard I, p. 325, nota de pie 12.
[04] Ricardo de Templo, Itinerarium peregrinorum et gesta regis Ricardi, Bk 2, ch. 5, recoge esta descripción de Ricardo 'Corazón de León' el día de su coronación: "...era alto, de elegante constitución; el color de su pelo estaba entre el rojo y el dorado; sus miembros eran flexibles y rectos. Tenía los brazos absolutamente largos, muy adecuados para desenfundar una espada y manejarla con habilidad...". Se estima que esta crónica fue escrita entre 1217 y 1220.
[05]John Gillingham, Richard I, p. 266.
[06] Alain Erlande-Brandengurg, "Le cimitière des rois à Fontevrault", Congrès archéologique de France, Anjou, 1964, CXXII (1966), p. 484. Me limito a sequir a Ann Trindade, Berengaria. In Search of Richard the Lionheart's Queen, p. 196.
[07] Jean Flori, Ricardo Corazón de León. El rey cruzado, p. 294.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola/Kaixo, Manuel.

Felicidades/Zorionak por tu página web. Es completísima, y poco a poco espero ir leyéndola entera y haciéndote comentarios.

Respecto a las dos efigies de Ricardo, y basándome únicamente en tus fotos, yo si les encuentro algún parecido. Por ejemplo, el pelo que no es liso, sino más bien con ondas, no muy largo, peinado para atrás y con las puntas hacia fuera. La nariz también la encuentro de un estilo, aunque no se si es que más o menos tallaban de la misma manera por entonces. He probado a pintar una barba con un rotu sobre la foto impresa y tampoco sale tan diferente. Pero claro, sigue siendo un comentario totalmente subjetivo.

Hasta pronto

Sorg.

Manuel dijo...

Interesante esto que me apuntas, Sorg. Yo soy muy mal fisonomista, así que me cuesta ver algún parecido. Claro que, seguramente son las diferencias entre ambas representaciones (barba, ojos, policromía) las que me impiden encontrar las conexiones que ves tú.
Y ya que tienes ese don, a ver que te dice la comparación del rostro de la tumba de Fontevraud con el del San José del retablo de Aralar.
Si necesitas fotos mejores emvíame un email a la dirección que aparece en la foto de la cabecera del blog.
Gracias